Nuestro
planeta se sitúa en su punto más cercano al Sol y se moverá 7.000 kilómetros
por hora más rápido
A principios de
año, la Tierra pasa por el punto de su órbita más cercano al Sol, conocido como
perihelio.
Este año este acontecimiento tendrá lugar mañana, día 4 de enero, a las 11:59
hora peninsular (10:59 Tiempo Universal). La Tierra y el Sol distarán entonces
147,1 millones de kilómetros, unos cinco
millones menos que en su posición más alejada,
que tiene lugar a principios de julio y se denomina afelio.
Esta
"cercanía" al Sol tiene varias consecuencias. Por un lado, el Sol presentará su máximo
diámetro aparente visto
desde la Tierra. Y, por otro, la Tierra alcanzará la máxima velocidad en su
órbita. Concretamente se desplazará a 30,75
kilómetros por segundo (110.700 kilómetros a la hora). Dos kilómetros por
segundo más más rápido que en el punto de su órbita más alejado del sol, lo que
equivale a 7.164 kilómetros por hora más rápido. Como media, la Tierra se mueve
a 107.280 kilómetros por hora.
El primero en
darse cuenta de este fenómeno fue el matemático y astrónomo alemán Johannes Kepler. Gracias a las notas de uno de sus maestros, el astrónomo danés
Tycho Brahe, el observador más importante del cielo antes de la invención del
telescopio, Kepler se dio cuenta de que la
órbita que describe la Tierra alrededor del sol no es circular, sino ligeramente elíptica. Esto le llevó a definir la que hoy se
conoce como primera ley de Kepler: "Los planetas describen órbitas
elípticas alrededor del Sol, que ocupa uno de los focos de la elipse".
También había observado que la velocidad
de la tierra al recorrer su órbita varia. Y lo plasmó en la segunda
ley de Kepler: "Cada planeta se mueve de tal manera que la recta
imaginaria que le une al centro del Sol (denominada radio vector) barre áreas
iguales en tiempos iguales". El planeta, cuando está más cerca del sol,
debe recorrer una distancia mayor y su velocidad aumenta. Durante todo
el invierno en el hemisferio norte (verano en el sur), cuando la
Tierra y el Sol están más próximos, la velocidad a la que viaja nuestro
planeta es mayor. Y el máximo se produce durante el perihelio.
Aunque Kepler enunció las leyes de los movimientos de los planetas, desconocía qué fuerza los obligaba a cumplirlas. Newton, basándose en las observaciones de Tycho Brahe, Galileo y Kepler, dio con la causa: la gravedad. Y es su segunda ley la que explica por qué la tierra va a hora más rápido: "La fuerza de atracción entre dos cuerpos de masas separados una distancia r es proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia". Es decir, cuanto menor sea la distancia al Sol, mayor será la fuerza de gravedad y por tanto la velocidad a la que se desplaza un planeta.
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