La iluminación con luz de LED hace las veces de sol.
A treinta y tres metros bajo las calles del centro de Londres se encuentra un antiguo refugio antiaréo de la segunda guerra mundial que ha sido reconvertido en una granja subterránea con la tecnología más moderna.
Los largos túneles bajo Clapham están repletos, de suelo a techo, de estanterías. Y en cada uno de los estantes hay un lecho hidropónico, el sustrato que permite crear esta granja vertical en la que crecen lechugas y hierbas aromáticas que, además, pueden ser cosechadas y enviadas a la superficie casi en cualquier momento.
Las plantas crecen gracias a iluminación de luz de LED, muy eficiente en cuanto al consumo, y que hace las veces de sol. Tampoco se usan pesticidas, y el cultivo hidropónico permite utilizar un 70% menos de agua que si la granja estuviese situada en la superficie.
En conjunto el sistema, que funciona automáticamente y sin apenas intervención de seres humanos, utiliza menos energía que un invernadero convencional para una superficie comparable.
La granja es así capaz de producir entre 5 y 20 toneladas de cosechas al año (dependiendo de las plantas cultivadas), y eso que actualmente sólo ocupa el 25% de la superficie de los túneles en los que se encuentra. De acuerdo a Zero Carbon Food, la empresa que gestiona la instalación, se calcula que permitirá unos rendimientos de 1,3 millones de libras anuales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario